CANCIÓN PASTORAL - Pablo Baresch

CANCIÓN PASTORAL - Pablo Baresch

La primera muestra del programa artístico de PAISAJE presenta una serie de obras del artista bogotano Pablo Baresch (1994) que exploran relatos que narran los paisajes de America Latina  transfigurados en una atmósfera fantástica y misteriosa. Las obras presentadas exploran transversalmente el relato pastoril a través de un diálogo inextricable entre el sujeto y la naturaleza, donde el paisaje no es un elemento escenográfico, sino un vigoroso actor que interactúa con los sujetos y los transforma. La segunda muestra individual de Baresch presenta de forma inedita su obra pictórica trabajada en óleo, propuesta que reinterpreta los temas de la identidad, la naturaleza, lo espiritual y lo mitológico.


Las obras evidencian tensiones profundas que se desarrollan en los procesos creativos llevados a cabo desde la ruralidad, explorando el impulso humano de dominar la naturaleza y la percepción de esta como un ente desbordado y potente. La Canción Pastoral de Baresch navega la universalidad de los símbolos y emociones humanas que emergen de la ambivalente relación entre fascinación y temor, deseo de control y miedo como fuerzas dicotómicas. Esto es evidente en la forma en que la composición presenta obras que pueden ser pares simétricos, ya sea por tamaño, paleta de clores o medio, ramificandose a partir de una escultura central: la Palma de Mártir


Así pues, los personajes de las pinturas y los recortes de Baresch se desarrollan mediante formas híbridas que transitan el espectro entre ternura y violencia. Asimismo, esta muestra evidencia un ejercicio de adición y substracción constante en el proceso creativo del artista, quien moldea diferentes escenas a través de la posición de los recortes, las capas de color que consolidan las escenas de sus pinturas o la superposición de las hojas de su delicada propuesta escultórica. 


Por lo tanto, sus composiciones, cargadas de simbolismo y criaturas híbridas, sumergen al público en un mundo onírico donde lo natural y lo espiritual convergen en estos cuadros compuestos por una colección de íconos provenientes de la mitología, la religión y las dinámicas campestres. Así, Canción Pastoral despliega una serie de instantáneas que arman una composición cuyo ritmo crea una compleja melodía desde una mirada misteriosa. De esta forma, la exposición lanza preguntas por lo faltante, lo primordial y lo estructural del paisaje altoandino mediante una interpretación que reflexiona alrededor de lo material y lo espiritual de estas ficciones dinámicas.